Estimado visitante!!
De nuevo en mi patria y feliz
terminando otra de mis pinturas y recalco feliz pues la he trabajado
a mi modo, totalmente apasionado en el proceso. Se trata de un
retrato elaborado sobre tabla y con técnica mixta. Un encargo muy
especial pues viene de la mano de una persona amiga, por todo ello me
he esforzado al máximo para resolver esta obra. Quisiera decir que
he desobedecido muchas de las leyes sobre cánones, ciertamente, no
me interesaban para no estar sujeto a un cuadro más, quería hacer
algo diferente. Algo que no tan sólo fuera ese parecido con el
modelo, mi intención es que la obra crezca con el tiempo y lo más
importante, que forme parte activa en la memoria de sus dueños.
Normalmente cuando te encargan un
cuadro de un niño de poca edad, suele asociarse a una pintura de
trazo muy difuminado, de esas quizás más fáciles de interpretar y
eso es a lo que iba, respecto a la figura central, la pequeña y
preciosa Tanit, la he pintado mediante miles y miles de trazos con
estilógrafo de tinta china, un trabajo arduo, complejo, donde además
te encuentras el hándicap de que no es una superficie totalmente
lisa donde puedes pintar a placer, ha entrañado mucha dificultad
pues esos relieves de la preparación previa dificultaban enormemente
el desarrollo de la misma, pero a cada escollo, me reafirmaba en que
lo que realmente vale la pena, tiene un costo. Aún así no ha sido
un trabajo pesaroso, en ese tipo de trabajos que no hay marcha atrás,
no puedes equivocarte, todo ese esfuerzo pensando en ofrecer a mi
buen amigo Erik, algo especial, personal y con un sello diferente.
Es complicado ciertamente el pintar mediante esta técnica, pero
satisfactoria, especialmente para los admiradores de los grandes
grabadores como Durero, Goya,Rembrandt….Donde el trazo esconde la
auténtica personalidad del pintor.
He escogido la pose que mejor la
representa, con su amplia y adorable sonrisa y la candidez de sus
ojos, como eje central de la figura, también quiero indicar que he
rehuido el recurso de hacer un sfumatto en las partes de sombra, que
tanto relieve dan a la figura, y me he quedado con un blanco rosáceo
para el rostro de la niña, simbolizando la inocencia y la pureza. A
medida que iban pasando las horas, los días, las semanas fui
consciente que era una tarea bien compleja, pero no había marcha
atrás…Debía seguir con el propósito original.
Felizmente pude concluir dicha figura,
pero faltaban otros elementos claves en este cuadro…Es
verdaderamente un cuadro onírico, donde se funden personajes,
situaciones, escenarios. Quería esbozar la figura de su padre y
también un océano, algo convulso, buscando un simbolismo…La
pequeña se abría paso a la vida, sonriente, con la ternura de un
infante, pero sobre ella también está ese mar embravecido que
simboliza las situaciones y problemas que todos debemos enfrentar en
la vida, las escaleras simbolizan la edad , el tiempo…Y la
importante figura de su padre para cerrar el círculo, así hayan
peligros el siempre estará a su lado, amándola, protegiéndola..
He acometido esta pintura con gran
ilusión y dosis de coraje, conociendo de antemano, que no es un tema
fácil ni el típico retrato preciosista y amable, más bien mi
pretensión es la de buscar una reflexión en el espectador y
sobretodo que sea una obra que se perpetúe en el tiempo.
La termino feliz, dispuesto a
entregarla a mi amigo..
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